Mi madre siempre me decía que quería que fuera feliz, mi padre que soy más retorcido que un cordel en bolso, por las ocurrencias que puedo llegar a tener, mi hermana que fuera leal a mi mismo, mi hermano que tuviera actitud crítica. Y yo de pequeño quería ser un superhéroe y poder volar. Así que con ese batiburrillo no me quedaba otra que creer que se puede cambiar el mundo. Por ello soy animador y Participo en el mundo de “lo social” (en ocasiones de forma voluntaria y en otras remunerada)

“La gente de esas ciudades, están dormidos. Todo el día en el trabajo, en casa, sonámbulos. Nosotros les despertamos” Esta frase, que escuche en una serie de televisión, resume perfectamente mi motivación. Despertar a la gente, dinamizarla, y provocar un cambio; transformando la realidad.
Sea en la calle o en las redes mi objetivo es el mismo, no puedo volar, pero si que sigo creyendo que se puede cambiar el mundo.